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testimonio que fray Saturnino de Bilbao fué martirizado, después de condenado a muerte en la checa de Bellas Artes, en lugar desco– nocido, el dia 26 de agosto de 1936, en la madrugada de dicho dia. (FranciSco Avtla.) vm La foto del cad.áoor.-Exhumación y definitiva inhuma– ción.-Confianz~ en su intercesión.-El proceso de bea– tijicación.-Palabras finales. Oportunamente apareció la fotografía del cadáver del siervo de Dios, nueva prueba de su asesinato, en una actitud tan serena y pacifica como si los destellos que se reflejaron en su rostro contem– plados por do:fia Josefa en el momento de la detención perduraran aún después de la muerte violenta a manos de sus perseguidores. Según documento ofic~al, que no se copia por no alargar estas notas biográficas, consta que el cadáver del slervo de Dios fué en– terrado en el cementerio de la Almudena el día 28 de agosto del afio 1936 en una sepultura de cuarta clase temporal, situada en el cuartel 54, manzana 8, letra E, cuerpo número 16, y en féretro de madera. El día 9 de julio del afio 1940 fueron exhumados e identificados sus restos y, colocados en caja más decente, fueron triunfalmente trasladados a la iglesia de Jesús, donde se celebraron solemriísimos funerales, para luego depositarlos definitivamente en la cripta de los Capuchinos, en la sacramental de San Isidro, donde reposan en compafiía de sus hermanos de hábito que, como él, fueron testigos. de Jesúcrísto con su sangre y con su vida. Dice el Espíritu Santo que el recuerdo del justo permanecerá eternamente. Así ha sucedido con fray Saturnino de Bilbao, pues son muchas, muchísimas las personas que se encomiendan a su in– tercesión con gran confianza y le atribuyen favores. Entre otros, el tantas veces mencionado señor Francisco Avila, quien conceptúa una gracia obtenida aun en vida del siervo de Dios, por su intercesión, y fué precisamente que no le fusilaran el día 25, por la tarde, al ser llevado a la checa de la Ronda de Valencia, en donde le separaron ya para darle el consabido paseo de la muerte, y sin poder averiguar la causa de su liberación, él lo supone un milagro de fra y Saturnino. El mismo lo manifiesta: 4Ni durante la guerra-escribe-, ni a su terminación pude con toda claridad averiguar los motivos que hubo para salvarme de la ejecución a mi detención el 25 de agosto de 1936, lo que me afirma a considerarlo como un milagro en vida del mism<> 386

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