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'Vilegio, la preservación del pecado original. Era, además, la fiesta onomástica de su muy amada madre de la tierra. La Inma-culada -era la Patrona de la Orden Franciscana. Por consiguiente, habien– do obtentdo el permiso de ingreso, a Basurto el dia 8, por la tarde realizó la excursión, no a los picos de Europa, sobre los cuales tan atentamente había tomado notas pocos días antes, sino al noviciado de los padres Capuchinos de Bilbao. Por la mañana celebró el onomástico de su madre dle la tierra, teniendo para ·ella un rasgo verdaderamente fili.al , regalándola un relojito, con la carta que a continuación brindo a los lectores: «Jhs.-A mi amadisima mamá.-Lleno de santo regocijo veo lle– gar .este feltz día en que celebramos la fiesta de mis dos madrecitas, del cielo y de la tierra. La Santísima Virgen, la Madre de todas las madres, te colme de dichas mil en esta vida y junto a Ella te tenga luego por toda la eternidad. Así sea.-EZ por qué de mi regalito. El tic tac de ese diminuto relojito será tu fiel compañero, que te hará recordar sin cesar que, aunque por Dios me alejo del paterno hog.ar , no por eso deja de latir en mi pecho un fiel tac muy fuerte, produ– cido por los ardientes latidos de un eorazón que os ama con delirio. Que, aunque entregado al Señor, conserva por lo mismo un amor muy grande hacia aqu~mos seres amados que han sabido sacrifi– carse tanto por el bienestar material, y en particular espiritual de mi alma. Fruto de ello es, sin duda, el que el mismo Dios haya puesto sus ojos en mi pequeñez, eseogiéndome para su servicio, para que en su regazo, en su propia casa, le sirva, dándome luego ·en prem}o su reino, el Cielo. Allí quiere Jesús que os pague, ya que el amor es de tal naturaleza que no es posible pagarle con dinero. Podría qtúzá daros una pequeñita ayuda siendo del mundo. Tal vez también pu– diera suceder que, desoyendo la invitación del Buen Jesús, os pa– gase con las amarguras de los vicios que con tanta facilidad flore– cen entre el estiércol del mundo. Al pasar las horas de este relojito te has de recordar que, a medida que transcurren las horas, también el tiempo avanza y se acerca a la eternidad. Presto, muy presto se pasa el placer, mas el .gozo en el Cielo no terminará jamás. El placer de morir sin pena, bien vale la pena de vivir sin placer. Te abraza con toda el alma éste tu hijito que de corazón te ama.-Emi. A. M. D. G.-8-12-29.» ~or la tarde fué a despedirse de sus amigos congregantes, de los padres Jesuitas que más habían influido en su formación religiosa, y luego a dormir en Basurto la noche de la Inmaculada eri unas tablas sobre las cuales se tendía un modestisimo jergón de paja, para luego levantarse a maitines a medianoche. A los pocos días de su ingreso fué a visitarle el gran amigo don 374

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