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84 ANt:ARIO ,\\1SIOEAI.. redes de pesca y de esterillas, felpudos. sombreros, bolsitas de ma· no y otros objetos curiosos que compran los americanos y pasajeros de los barcos. Por tiltimo haré mención de la escuela de agricultura y granja agrícola con profesores competentes y dotada de maquina· ria moderna y amplio campo de experimentación. Todo este lujo de instrucción, por supuesto, enteramente gratis, y hasta en muchos casos como para los estudiantes de la granja con trasportación dia· ria por parte del Gobierno. lc1eala parroq•l•l de Su.m•Tt Ouam. VII A raíz de la nueva soberanía, Guam quedó con un solo sacer· dote, Mons. José Palomo, chamorro y ya de edad muy avanzada, el cual, viéndose impotente para atender a las necesidades, pidió a los Superiores de la Orden Capuchina enviaran con urgencia algunos misioneros. Accedió el P. General y ordenó que cuatro Padres de las islas Carolinas pasaran a Guam hasta nueva orden. Dichos Pa– dres espailoles desembarcaron en agosto de 1901. En 1907 fue eri– gida la Prefectura Apostólica de Carolinas y Marianas, siendo en· comendada a los Capuchinos alemanes de la provincia de Wesfalia. Guam formó parte de esa Prefectura hasta que en 1911 fué eleva– do a la dignidad de Vicariato Apostólico a cargo de la provincia capuchina de Catalw1a. El primer Vicario Apostólico Mons. Fran– cisco J. Vila murió antes de terminar el año de su llegada a la isla. Sucedióle Mons. Aguslfn Bernaus, el cual fué en breve trasladado

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