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70 ANUARIO MJSIONAL alegres y en el movimiento nervioso de su bigote blanco, sospeché que el corazón del pobre viejo andaba ya para desbordarse y así le pregunté, alargándole mi petaca: Venerable anciano Wang, que es lo que pasa por tu corazón qne te veo tan alegre?. Padre espiritual: salvar solamente el alma propia no basta, es preciso salvar las almas de todos. Yo no sé muchas letras; pero he corrido mundo y conozco la manera de exhortar a la gente. Yo he hecho comercio en muchas provincias, he viajado varias veces al Tibet; he sido soldado y empleado del tribunal del mandarín. Hacia ya varios silos que andaba por estos montes, cuando el P. Andrés me recibió en la Iglesia... Oyendo distraidamente la relación de las andanzas del Bigoti– llo subla pausadamente la cuesta, cuando mi hombre, sellalando con el garrote la cima más elevada del monte me dijo: Allí hay te· soros; en una cueva muy honda. Muchas veces han querido llegar hasta el fondo, pero los espíritus lo impiden siempre. El pastor protestante sacó una piedra que mandó a Shanghay; no se si seria de oro. En estos montes, le dije, hay probablementeenterradasmuchas riquezas; pero no de oro ni de plata, sino de carbón de piedra. Ves esta cordillerd que parece ser el término de las grandes mesetas que componen Ja mayor parte del territorio de nuestra prefectura? Estos montes de piedra son más antiguos que todas las llanuras y los valles que vi:s hacia el Norte. El terreno del Lung tung (parte oriental del Kansu) está formado en su mayor parte por las arenas de Mongolla arrastradas por el viento. Toda la tierra es amarillen– ta y uo se halla una sola piedra. Estos montes son rocosos, y en sus quebradas debe de haber gran cantidad de carbón almacenado por miles de anos de una vegetación inesplotada. -Efectivamente, Padre; cavando al pie de Ja montaña sale un polvo negro que los vecinos de estos pagos emplean para deshacer 1a piedra de ca l. Asl, departiendo amigablemente, escalamos Ja cima más alta .., de la cordillera, y volviendo 11 montar acabello. seguimos avanzan- do por Ja cresta sinuosa y desigual como el cuerpo escamoso de un monstruo de piedra. Poco más de dos kms. llevábamos a caballo, cuando el horizonte apareció manchado por una nubecilla de humo blanquecino qi;e se disolvía lentamente en el azul puro y diáfano del cielo. -Anciano Wang. Que pueblo hay por esas dnconeras? Aquello es flla·wu-huo, Padre. Hay un labrador acomodado en en cuya casa podremos pasar esta noche.

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