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60 ANUARIO i\\i$IONAL 1ólicas, aqul son absolutamente imprfscindibles, si hemos de hacer una labor sólida a la vez que rápida en la conversión de los pue– blos. Porque qué esperanza podemos abrigar en los ~iilos y jóve· nes educados en las escuelas pagan11s cuyos programasson no sola· in~nt<! <!nterdmente ateos sino ferozmente hostiles a toda religión? En la Misión no contamos todavía con ninguna Escuela media católica; de manera que nuestros jóvenes, una vez terminada la enseilanza primaria, si han de continuar la carrera, se encuentran en ta dura alternativa o de frecuentar les escuelas paganas con gravísimo peligro de su fe y moralided, o de emprender largas jor· nadas en busca de una Escuela media católica (no se encuentra ni una a más de trescientos kilómetros a la redonda). Vean, pues, nuestros lectores si podemos estar tranquilos mientras no veamos funcionar en nuestra Misión siquiera una Escuela ,media católica.. • Pl!ro en fin por ahora nos contentaríamos con multiplicar más las primarias. 111.-IGLESIAS.-a) LA IGLESIA DE SlNFENGCHEN.-Es la pri· mera que se debía haber edificado no solo porque la actual capilla es con mucho la más reducida y pobre de todas las que hay en la Misión (siete metros de ancha por tres de fondo y otros tres de al– ta), si110 también porque los bienhechores han dado sumas conside· rabies con ese destino. En efecto, se ha comprado ya mucho mate· rial, pero las obras no pueden empezar por falta de recursos. b) LA IOLESlA Of. KINOCtlOW.- Esta quita la prioridad a la de Sifengchen y se edifica antes que aquella, porque lo antigua capi· lla de Kingchow amenazaba ruina. En efecto, el silo pasado se tiró la vieja, antes de que se desplomara por si, y en su lugar se co· menzó a levantar otra uueva de mayores proporcione~: 21 m. de larga por 10 m. de ancha y 8 de alta. La torre mide 17 m. de alto. Ahí pasarla por una insignificante capilla; aquf es la mayor iglesia que conocemos hastas ahora en la misión. Están ya levantadas las paredes y el tejado a medio echar. Gracias al Mae<1tro de obras el Vble. Hno. Pr. Isidro de Artazcoz, se ha ahorrado mucho en su edificación; no obstante, hasta la fecha ya nos ha llevado cerca de DOCE MIL pesetas y aún no le vendrían mal para su completa y decente ornamentación otras doce mil. c) LA IGLESIA oi:: PINGUANO.- Urge a todo trance poner re· medio sin dilación a esto necesidad, porque por una parte la capi· lla actual es materialmente incapaz de contener los trescientos cristianos con que cuenta ya esta Estación Central y por otra se nota en este Distrito un movimiento extraordinario de conversio·

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