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196 Al<l:ARIO MISIONAL Como no hay medio más efic.z para amoldarse a las exigen– cias, que vivir en la necesidad, el R. P. Andrés de Lizarza, como más antiguo en la misión, se encargó de la dirección y mando de la misma, hasta que se nombrara Prefecto Apostólico, y mientras tan– to, nuestros religiosos dueños del campo, y validos de sus fuerzas y de la ayuda económica (que no podía ser muy rumbosa) que la Provincia pudiera prestarles, empezaron a trabajar según sus ini– ciativas que de día en dia se acrecentaban, y más decididos para el trabajo que con los PI'. Alemanes, cuyos métodos e iniciativas no se avenían del todo con el carácter y la,; costumbres de los nues– tros, proyectaron la construcción de escuelas, capillas, etc. etc., y se sentian más animosos cuanto más pobres, más esforzados cuan– to fas dificultades y obstáculos eran más angustiosos, y mayor ale– gría se reflejaba en su vida de apostolado, ante el espectáculo som– brío que la misión les ofrecía. percibida eJ Ilmo. P. Walleser, Vicario Apostólico del Kansu Oriento!, quie~ com· prendía la dificultad enorme que la vasta extensión de su territorio ofrecía, para la misma propagación y difusión del cristianismo. En cuantas cartas escribe a nuestro M. R. P. Provincial le manifiesta la im– portancia de esta subdivisión territorial y Je da cuenta de las gestiones que él realiza con la Sagrada Congregación de Propaganda Fide para que se llegue cuanto antes a la desmembración de su territorio, formando una nueva mjsióo independiente. Muy en contrario a la idea reflejada por el misionero P. Simón en su carta, nuestros Superiores Mayores estaban al corriente de cuanto hacfa et limo. P. Walleser, quien con fecha (1 Abril-19'29, Jes anunciaba: ~Traté con la Sagrada Congregación de Propaganda Fide, sobre Ja pronta división del territorio, y es– pero que durante este mismo año1 se consiga el fin deseado. Los primeros mi· sioneros pueden valerse sin auxilio de otros para administrar la nueva misión, por este motivo no hay impedimento, que se oponga a la división• (Walleser, Carta al M. R. P. Provincial = Tsinchow-i-Abril-1929). En otra de sus cartas anteriores, y que se conserven en nuesfro Archivo· Provincial de Pamplona, le hace presente la forma y condiciones en que se hará el traspaso, adelantando que en conformidad )' parecer de. su Consejo de Misión, se cederán a nuestros Religiosos, sin compensación alguna por nuestra parte, cuantas edificaciones y fundos ellos poseyeran en la región de Lung·tung. Generoso en extremo y sumamente atento en todos los momentos con nues· tros misioneros, lo fué en mayor grado con nuestros Superiores de la P·rovincia, a quienes con antelación remitió nota detallada de los bienes muebles e inmue– bles, Que pasarian a formar el modus vlcendi de nuestra Prefectura Apostólica de Pingllang. Lo gratitud y el testimonio perenne de nuestro sincero reconocimiento quede patente en estas líneas para el fimo. P. Anastasio Walleser, Vicario Apostólico; para el M. R. P. Superior Regular, para el M. R. P. Balduin, y para todos y cada uno de tos misioneros Capuchinos alemanes residentes eo el Kansu, bajo cuya dirección y ensei'\ anz.as se formaron tos misioneros vasco·navarros, que conservan graUsimas impresiones e imborrables recuerdos por las atenciones, bondades y amabilidad suma con que les atendieron, dirigieron y adiestraron en tan dificil empresa.

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