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194 ANUARIO MISIONA~ chinas de la Sagrada Familia, qu~ aceptada la invitación del Muy R. P. Provincial y concertadas las bases para la cooperación en nuestra misión del Kansu, dejaban la soledad de sus conventos, para ser las madres bondadosa$ de aquel pueblo y de aquellas tier· nss criaturas abandonadas, que en éstos ángeles de la tierra t!ncon· trarán el amor que les falta, la alegria que jamás hubieran gustado, y un corazón que supiera sentir todas las tristezas y todas las ale· gr!as de aquellos desventurados. A ninguna de nuestras expediciones ha faltado la pruella de Las primera& mtsloneras Terciarias Capuchinas en Plngliang. La niñez aben· donada flor 1roncbada del jardín de la humanidad, recobra tu vistosidad y •u ah~cria at soplo blenhechor de amor y de cariño que la rellglosa les presta cada dla. toque de la contradicción y del sufrimiento, y estos, que como jó· venes suspiraban, como el soldado valeroso porque llegara la hora de verse en el campo de combate, tuvieron que detenerse en Shan· ghai , porque la guerra civil se desarrollaba en todas las Provincias que habían de atr.ivesar hasta llegar al Kansu. Detenidos, sin sa· ber hasta cuando en esta ciudad cosmopolita, encontraron en nues· tro hno. de hábito M. R. P. José Maria de Iruarrizaga, quien con sus bondades y carácter simpático y alegre, contribuyera a endul· P. Iruarrlzaga como conocedor experto de la lengua china, se com· zar el duro destierro que lejos de su apartada región padecían. El _.

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