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154 ANUARIO MISIONAL La abnegación y el celo de nuestros misieneros iba dando sus frutos. Pero no eran ellos los que debían saborear el triunfo. Como resultado de la guerra de España con los Estados Unidos, de 1898, las islas Carolinas fueron vendidas a Alemania; y nuestros Padres fueron sustituidos por otros, procedentes de la Provincia capuchina de Westfalia. El Padre Daniel les dió la posesión y quedó algún tiempo con ellos, sin cesar en su labor misionera. En 1906 se retiró a Manila, donde continuó ejerciendo su sagrado ministerio, hasta que herido de grave ataque de hemiplegia, optó por trasladarse a la Provincia, fijando su residencia en Fuenterrabía en el año 1910, donde falleció santamente el 7 de Enero de 1922. EPILOGO El Asia Menor, Oceanía, Venezuela, €uba, Guatemala, Ecua– dor, Chile ofrecen un panorama brillante, como vasto campo de los Misioneros de nuestra Provincia de Navarra Cantabria. Al verlos distribuirse por medio mundo con los elevados ideales de San Fran– cisco Javier, podemos decir de ellos, copiando una frase litúrgica: non eripiunt mortalia, qui regna dant coelestia, no van ll ane– xionarse reinos perecederos, sino a dar un reino celeste eterno. Fr. Gumersindo de Estella.

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