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124 ANUARIO MISIONAi. Merizo Merizo es una de las antiguas parroquias, regentada por los PP. Agustinos, con un total de 700 habitantes. Es un punto bastan– te visitado por las embarcaciones del gobierno, y quizá el Jugar de más tráfico, después de Agaña, y donde más se pesca. En su extensa bahla, y hacia el norte, existe una islita con el nombre de Cocos, poblada de frondosos y abundantes cocotales. En esta simpática y !>ien situada parroquia pasó ~us años de mi– sionero el R. P. Cristóbal de Canals, llegado de Carolinas en julio de 1907, tan querido de los chamorros y, sobre todo, de Jos ameri· canos. Era tal su influencia en la colonia americana, que se consi· deraba honrada con la amistad del P. Cristóbal. Su intervención bastaba para obtener del gobierno americano cosas que d~ otra ma– nera sería imposible. Dotado de un carácter naturalmente diplomá– tico, muy bien pudo decirse de él que jamás tuvo enemigo alguno. Como súbdito de la Provincia capuchina de Valencia, hacia el año de 1924 decidió trasladarse a la misión que su Provincia evan– gelizaba en Caroní, donde acaba de fallecer. Le sustituyó en la dirección de la parroquia el R. P . Gil de Le· garla, quien ha sido verdadero sucesor de las simpatías del Padre Cristóbal. La Igles ia de lna rajan Es el último en la trayectoria de los pueblos que se vienen nombrando, con total de 800 habitantes, pueblo muy castigado por los baguios y los terremotos, y de bastante importancia, por una escuela y residencia protestantes, que se establecieron alll, gracias a la falta de misionero durante bastante tiempo. En el gran terremoto de 1.900 quedó totalmente destruido; sal– vándose nada más que dos o tres casas, sólídamente construidas en el t iempo de la dominación española. Según cuentan los naturales, al terremoto siguió el baguio, arrastrando un imponente golpe de mar, casas, objetos y hasta las paredes de la Iglesia. Sólo quedó en el nicho del altar la imagen de San José intacta, por verdadero mi– lagro, y desde entonces, es mayor todavía la devoción al glorioso Patriarca, titular de la parroquia. El primer quasi·párroco capuchino de lnarajan fué el virtuoso R. P. Silvestre de Santibañez, de la Provincia de Castilla, venido a Guam de las islas Carolinas en Enero de 1907. Aun se conserva allí el perfume de santidad que su vida y tra– bajo esparcieron entre aquella gente sencilla, y lo recuerdan con

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